«La educación de la juventud es una misión divina, es cooperar con Jesucristo en la salvación de las almas, santificación de las familias y felicidad de la sociedad entera y dar por esto, gran gloria a Dios

P. José María Bustamante, s.j.

La Congregación de las Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento participa de la vida y santidad de la Iglesia con su carisma específico, centrado en el culto al misterio de la Eucaristía e impregnado de la espiritualidad de San Ignacio de Loyola y de una fuerte devoción mariana. Comprometida en el servicio de los hombres, ejerce su misión carismática de evangelizar por medio de la educación.

Nuestro Colegio reconoce al hombre como una unidad bio-psíquico-socio-espiritual  que ha sido creado con la capacidad de ir perfeccionándose por medio de   su inteligencia y de su voluntad. Nuestra educación,  como obra de perfeccionamiento, forma al hombre teniendo a Cristo como Modelo.

La educación Adoratriz se caracteriza por ser:

INTEGRADORA

  • de la interioridad del hombre, porque estimula el conocimiento, amor y aceptación realista de sí  mismo con la ayuda del Espíritu Santo que actúa en él,
  • de las personas, porque desarrolla las cualidades de cada uno para ponerlas al servicio de la comunidad, basándose en la vivencia de la Eucaristía como vínculo de caridad y signo de unidad,
  • de los conocimientos entre sí y de éstos con la vida, porque proporciona una visión objetiva del mundo, que conduce al compromiso para transformar sus estructuras injustas,
  • de la fe con la vida y de la vida con la cultura, a través del testimonio de vida cristiana centrado en la Eucaristía y de una cultura iluminada por los valores evangélicos que ayude a la transformación de las realidades temporales.

PERSONALIZADA

  • insiste en el cuidado e interés por el crecimiento de cada persona,
  • da importancia a la actividad del alumno atendiendo a su proceso de madurez,
  • persigue la excelencia en el desarrollo de todas las cualidades de la persona.

ABIERTA

  • acoge a todos los que desean formarse no sólo humanamente,  sino que quieran profundizar el don de la fe,
  • incentiva el servicio a los demás como respuesta al Amor del Padre.

CAPAZ DE CONDUCIR AL COMPROMISO

  • tiene a Cristo, presente en la Eucaristía, como modelo de entrega al Padre y a los hermanos,
  • orienta hacia los valores que fundamentan el recto juicio crítico, para responder libre y creativamente al amor de Dios, basándose en el discernimiento y en la práctica de los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola,
  • propone a la Virgen María como Madre y Modelo de fidelidad a Cristo, para incentivar la vivencia de la caridad, obediencia, humildad, respeto, espíritu interior  y servicio.

En consecuencia, la Congregación de las Hermanas Adoratrices promueve el desarrollo de todos estos aspectos en el proceso educativo, incluyendo hábitos permanentes de reflexión. Todos ellos deben conducir a adorar a Dios presente en la  creación, en la Eucaristía y en la historia personal.  Esta cosmovisión ha de ser asumida y vivida por todos los miembros de la comunidad educativa.

El Colegio “San José” Adoratrices se compromete a brindar a sus alumnos/as una formación integral y armónica, orientada al logro de:

  • el conocimiento y la vivencia madura de su fe centrada en la Eucaristía, la vida de oración y el servicio generoso a los demás,
  • la formación de una conciencia moral capaz de dar respuesta a la realidad contemporánea, a partir de una opción por los valores cristianos,
  • la adquisición de un saber teórico e instrumental actualizado, a partir de una actitud reflexiva y crítica en la búsqueda de la verdad,
  • el logro de un estilo personal para pensar y expresarse creativamente, comprometido con sus posibilidades físicas, psíquicas e intelectuales,
  • el sentido de nacionalidad basado en el aprecio al patrimonio cultural y en el compromiso con los deberes y derechos ciudadanos,
  • el valor del compromiso social asumido como personas maduras, agentes de cambio y constructores de la paz y la justicia,

MEDIANTE:

  • el ejercicio de la libertad responsable apoyada en la formación del criterio para la toma de decisiones personales acertadas,
  • el aprendizaje autónomo basado en hábitos de investigación y reflexión,
  • el trabajo individual y cooperativo apoyado por el esfuerzo generoso y la constancia,
  • la aplicación de conocimientos y habilidades a nuevas situaciones,
  • la superación de los prejuicios personales y de estereotipos socioculturales, aceptando la diversidad desde una actitud abierta y flexible.